La banda colombiana Quemarlo Todo presenta “Slaughter”, una interpretación en vivo grabada en los estudios Acorde Visual de Bucaramanga. Este lanzamiento trasciende lo musical: se convierte en un acto de memoria, denuncia y confrontación. La canción evoca con crudeza la masacre de El Salado (Bolívar, 2000), uno de los episodios más atroces del conflicto armado colombiano.
Más que una pieza sonora, Slaughter es un retrato visceral de la devastación. El metal se transforma aquí en herramienta de resistencia, y la letra expone sin concesiones la violencia ejercida por estructuras estatales y paramilitares. Las imágenes que emergen —ríos de sangre, poderes oscuros, muerte convertida en negocio— revelan el terror absoluto y la pérdida de esperanza vivida por las víctimas. Todo esto se enmarca en una atmósfera apocalíptica, donde lo divino se corrompe y se convierte en un mantra sombrío.
La interpretación en vivo potencia el mensaje: guitarras que rasgan como cuchillas, percusiones que estallan como disparos y una voz que lanza cada palabra como un alarido colectivo. Sin artificios ni filtros, Quemarlo Todo reafirma su estilo directo y confrontativo, convirtiendo cada tema en un grito que interpela la guerra y la opresión como engranajes del poder.
Con este lanzamiento, la banda deja claro que su música no busca evadir la realidad, sino enfrentarla. Slaughter no consuela: incomoda, sacude y desnuda la violencia sistemática que atraviesa nuestras vidas.
